Desde siempre ha existido la idea de que el hombre es el sexo fuerte, el que todo lo puede. Al hombre se le ha enseñado a ser “mejor que la mujer”, y de forma consciente o no, se le ha enseñado a vivir en una constante competencia con la mujer, dentro y fuera del hogar, “porque es él quien lleva los pantalones”, y muy difícilmente acepta que la mujer es tan capaz o más que él en los diferentes terrenos de la vida diaria.
¡Ni humilladas, ni vencidas ni vendidas!
Los estilos de vida y cualidades de todas las culturas del mundo son perlas preciosas en el hilo de la humanidad, pero vemos que algunas perlas del collar, están más dañadas que otras, o mejor dicho más gastadas que otras.
¿Por qué?
Por el uso inadecuado que cada persona les da, de acuerdo a sus expectativas, a sus creencias, a sus necesidades, emociones y valores.
Cadenas de amor o sumisión
La mujer desde tiempos pasados se sometía a los caprichos y órdenes del varón, desde que nacía la tenían predestinada a ser ama de casa, madre y esposa sumisa, enseñándole las labores del hogar, tiempos aquéllos en que no existía la equidad de género, parecía que nacer dentro del sexo femenino era sinónimo de obediencia, sumisión y sobre todo el bajar la
¡El machismo y la mujer!
Amigas queridas:
Hoy trataremos otro de esos temitas que suelen etiquetarse como “crudos”, pero reales, en el sentido de que la mujer en su mayoría de los casos, se queja del machismo desmedido o del poderío de su pareja, y que no le resulta nada fácil entender ni reconocer los motivos y causas originarias para que este fenómeno de tipo social (el machismo), esté tan de moda en todos, o casi todos los países del mundo.