¿Verdad que cansa vivir sufriendo? ¿Sentirte estresada todo el día? ¿No poder dormir por la noche? ¿Agotar tus fuerzas físicas? ¿Sentir dolor? ¿Pelear? ¿Para qué lo haces si no te gustan los resultados? Tal vez respondas, “no soy yo… son los demás: mis hijos que no me hacen caso, mi jefe que no me reconoce, mi esposo que no me ayuda…” Y en esa respuesta, no están los demás, sino tú, explicando como a través de ellos te permites salirte de tu eje.