Eres mujer, eres valiosa y no un plato de segunda mesa.
Por mucho que te enamore la mirada de un buen hombre, si resulta que él tiene mujer, déjale, vete y huye. No mereces el desprecio de ser amada en ratos libres, cuando no sea visto y cuando a él le venga bien.
Una mujer que se sabe valorar sabrá hacerse valorar. Tú eres valiosa, una mujer, un premio y no un mero entretenimiento.