En esta vida todas las mujeres tenemos tendencias muy marcadas a la búsqueda de motivos especiales para cultivar los sentimientos y los sentimentalismos.
Nos volvemos unas verdaderas madonas, atrevidas y expertas en materia de afectos, no hay quien se atreva a competir con nosotras, porque anticipadamente se sabría un vencido.
Somos especialistas en refinar los detalles, las ternuras, los besos y los apapachos a nuestro ser amado, y hasta con copia al sindicato: El de las mujeres “cariñosas”, para que nadie diga que no dejamos constancia y que al amor lo vivimos sin testigos, y hasta de honor.