“Aprendí a quererte, fui confiando poco a poco en ti; secaste mis lágrimas, tus palabras fueron bálsamos a mi dolor, me consolaste, me sonreíste,
me abrazaste, me acariciaste las mejillas y también el alma con tus palabras, dijiste amarme y que por eso me comprendías, me hiciste sentir protegida y me sentí tan segura y resguardada a tu lado, ¿por qué hubiera podido dudar dudar de tu cariño?, si en tus brazos encontré el lugar más cálido y seguro de este mundo para mi, había tanta ternura en tu mirada que me refugié en ti, como si yo fuera una paloma desamparada y herida, curaste mis alas rotas, por ti aprendí de nuevo a volar, ¿Cómo creer que todo fue un engaño otra vez, una falsedad y una asquerosa mentira? ¿Cómo confiar nuevamente en otro hombre? ¡Imposible! ¿Verdad?”
Read more