Un año se va, otro llega…
¿Qué enviar, compartir y dedicar? Aquí tienes sugerencias realizadas por Shoshan.
Reflexiones, cartas, pensamientos, textos, frases, vídeos, postales, tarjetas y más… para felicitar la entrada del nuevo año.
Todos los que lo han pasado mal durante este recién transcurrido, esperan que este año nuevo sea diferente, renovado, próspero, armonioso, abundante y saludable. Imagino una gran fila de personas que por la cantidad se ven como puntos negros de seres sentados esperando a que este año realmente sea mejor. Ahí están, son una suma de puntos, que lograr crear una línea infinita: Corazones devastados, aburridos y cansados de las malas influencias del año pasado. Hubo desconcierto en todo el planeta, atentados terroristas, crisis económicas, rupturas sentimentales, desórdenes de todo tipo. Y la esperanza sobre el nuevo año es un aliciente para esperarlo con una sonrisa en el rostro.
Estamos diciendo “adiós” al año vivido y “hola” a un nuevo año lleno de oportunidad y esperanza. Un año donde nada ha sido escrito todavía, donde todo es posible. Para algunas de nosotras, el año que dejamos atrás está lleno de lágrimas, de sueños rotos y de situaciones de las que no sabemos cómo salir. Otras hemos vivido el mejor año de nuestras vidas. Pero todas tenemos algo en común: seguimos vivas.
Nuestra vida es un regalo de Dios y es un milagro. Empecemos el año con la conciencia clara de que vivir es maravilloso, que nuestra vida no es ordinaria. Por eso, respeta tu vida: alimenta lo que te hace feliz y rompe con lo que te destruye. Y recuerda siempre, siempre, que cada día es nuevo.
Fin de año y año nuevo es un buen momento para hablar de cambios. Los conseguidos, los no conseguidos, y los que pretendemos alcanzar este nuevo año.
Hablo de cambios que comienzan por nosotras mismas, en nuestro interior, en nuestra forma de ser y ver las cosas. Cambios en nuestra propia actitud hacia nosotras mismas, cambios en nuestras formas de vivir el día a día, cambios que se realizan en nuestro interior.
El año ha llegado a su fin, y ahora se nos presentan 364 días para vivir al máximo con todo lo que somos.
Este artículo invita a hacer una pausa para encarar el nuevo año con fuerza, alegría y propósito.
Una vez más llegan a su fin 365 días de un año que ya envejecido, se aleja para ocupar su lugar entre lo inerte, se va llevando consigo nuestras penas y congojas.
Vistámonos de ilusión y esperanza para recibir el año nuevo que se anuncia con las doce campanadas de la media noche, cuántos recuerdos, cuántas memorias, cuántas lágrimas suspendidas en el desencanto, cuántas memorias de un ayer de lágrimas de dolor y de gozo que nos enseñaron a crecer y muchas a veces a aceptar que no podemos detener el galopar de la vida.