¿Verdad que siempre duele cuando hablan mal de ti, o cuando te intentan herirte con palabras vulgares?
¿No sería maravilloso que nosotras mismas pudiésemos escoger quién tiene potestad para hacernos daño, y quién nos puede hacer mal? ¿Qué no nos lo puedan hacer todas las personas, sino las que nosotras mismas escojamos?