Cuando peor van las cosas, cuando más difíciles están para nuestra vida, un granito de fe y esperanza en Dios puede traer una gran mejoría. Â
Sanar las heridas con fe
Muchos de aquellos que se forman en el seno de una religión o de una fe en la que pueden creer sin reservas, son afortunados.
Sin embargo, cada quien ha de encontrar su propio camino y su propio credo, y el encontrarlo cobra mayor importancia para cada uno de nosotros a medida que envejecemos…