*Artículo de perspectiva cristiana acerca del sentimiento de culpabilidad.
A veces ocurre que te comportas francamente mal. Tienes una mala semana o un mal día. Has hecho, dicho o pensado algo sucio. Has herido a alguien. Has sido egoísta. Has tenido mala actitud. Has vuelto a caer. Luego lo piensas y te tiras de los pelos, detestando lo que has hecho. Te das asco. Pero ya es tarde, te sientes absolutamente indigna, y sientes que no tienes ningún derecho a estar en la presencia de Dios… todavía no… estás bloqueada. Estás sucia. Te sientes culpable.
Culpable de todos los cargos.