Abrimos ese baúl en donde guardamos esos bellos recuerdos, ese ayer que nos llenó de alegría, de ilusiones, ese ayer en el que soñábamos con dominar el mundo con nuestro amor, ahí, escondido en el fondo al hurgar, salen esas cartas atadas con un listón rosa y entre ellas esa foto del primer amor de tu vida, ese amor que se vio truncado al vivir una aventura en una noche cualquiera, los recuerdos llegan a ti y suspiras.
Amores de siempre
Hoy caminando por las calles de mi ciudad te recordé… eras mi amor, mi primer amor, ese que te hace soñar, que te hace feliz con sólo nombrarlo… Sí, hoy pensé en ti.
¿Quién no ha tenido un amor de esos que de alguna manera siempre continúa viviendo en nuestras vidas aún cuando compartimos nuestra vida con otro? Posiblemente un «amor platónico» que nunca se olvida…