A veces llega un punto en la vida en la que, sucediéndonos las mismas o parecidas cosas a antes, no reaccionamos de la misma manera. Tal vez nos sorprenda, pero miramos en nuestro interior y vemos que algo ha cambiado, ya no reaccionamos de la misma manera. Ese cambio no es la edad sino la madurez, la toma de conciencia, o el plantearnos con honestidad, hacia dónde queremos dirigir nuestros pasos.
Debemos reaccionar a tiempo
La vida está llena de dificultades, decisiones incómodas que debemos tomar, escollos, conflictos e inconvenientes…
Es necesario saber reaccionar a tiempo, saber identificar esos obstáculos y realizar cambios y decisiones antes de que sea demasiado tarde.
Las decisiones hay que tomarlas antes de que los pequeños problemas se hagan grandes.