“Cuando te conocí, pensé que había encontrado a mi alma gemela, eras toda mi ilusión, mi complemento, mi mundo giraba alrededor de ti. Para mí, antes que todo estabas tú, te amo y sé que eres el hombre de mi vida, y por amor he atendido siempre a todas tus solicitudes, a pesar de que me has demostrado hasta la saciedad, tu marcado desinterés, no me importó porque te amo y soy tuya.
Por todo ello me entregué a ti en cuerpo, alma, sentimiento y razón… ¡He vivido para ti! Mi vida y mi corazón te pertenecen… ¿Sabes lo que se siente cuando uno da todo por amor y no recibes a cambio, ni un triste gracias?”