Nos pasamos la vida mendigando amor, atención, y el cariño de los demás. No deberíamos enfocarnos en lo que los demás podrían darnos, sino en lo que nosotras mismas podemos dar. Somos mujeres valiosas, no deberíamos mendigar amor.
No ruegues más: Le diste tu corazón, tiempo y sueños… pero él está cada vez más lejos. No sigas rogando, respétate, valórate, no te mereces seguir detrás de él.