¿Estás lista para dejar atrás esos recuerdos de tu ex y abrazar una vida llena de felicidad y amor propio? Te tengo cubierta. Aquí te presento un plan sencillo y efectivo para superar esa ruptura y lanzarte a un futuro donde tú eres la protagonista. ¡Vamos a transformar ese adiós en un poderoso hola a tu nueva vida!
10 consejos para decir adiós a tu pareja sin salir muy lastimada
No todas las relaciones funcionan bien, ni siquiera muchas de aquellas en las que más esperanza, tiempo, y esfuerzo pusimos…
No es fácil decir adiós,
menos aun cuando se ha amado plenamente.
Pero hay momentos en la vida que no queda más remedio que decir adiós y luchar por nuestra felicidad, aunque esté lejos de esa persona a la que entregamos nuestro corazón.
No hay heridas de amor, ni amor que hiere
¿Cuántas veces sentiste un dolor desgarrador y profundo?
¿Cuántas veces el enojo cegó tu mirada hasta verte envuelta en llanto y furia?
¿Cuántas veces se te estrujó el alma y caíste rendida?
Quizás muchas.
Tal vez, pocas.
Incluso basta con una…
Pero si alguna vez amaste y pudiste sentir que el amor no estaba a tu favor y que te lastimaba, entenderás que esas heridas de amor, no son de amor.
Con el tiempo aprendes a ignorar el daño
Tu ex te hizo daño, mucho daño. ¿Cómo seguir la vida con tantas heridas? ¿Cómo comenzar una nueva relación? ¿Y si no le puedes olvidar? ¿Y si, pese a todo, aún piensas en él?
“El amor no se acaba sólo con decir adiós…
Lo cierto es que, cuanto menos te tengo más te recuerdo. Quiera olvidarte, pero cuanto más lo intento, más permaneces en mi mente.
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Me pregunto si algún día por fin lograré ignorarte, dejar de pasar tiempo mirando las redes sociales a ver qué haces, o curioseando a ver quien ocupa hoy tu corazón…
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Está visto que olvidar no es fácil, porque, aunque me hiciste daño, por algún motivo sigo buscando noticias tuyas.”
Aprender a decir adiós
Suele sucedernos que nos atamos demasiado a relaciones que ya no nos convienen, a hombres que ya nada nos aportan o merecen…
Tenemos que aprender a decir adiós, a cuidar de nuestro futuro protegiéndonos de futuros engaños y lamentos.
Decir adiós no es algo que se haga por placer, pero sí por nuestro propio bien. Saber decir adiós es saber hacerse valer.