Creas o no en Dios, estos días de Semana Santa son especiales, es una fecha de descanso, reflexión, perdonar y pensar tanto en lo que hacemos mal como lo que podemos arreglar.
Semana Santa
Estamos en Semana Santa, fecha en la que recordamos que Dios nos amó tanto que nos entregó a su hijo unigénito a fin de enseñarnos el camino del amor y la paz. Tanto nos amó, que aun habiendo sido crucificado por nosotros, aceptó la muerte de su hijo como redención por nuestros pecados. Dios nos ama, y en esta fecha es algo que debe hacerse especialmente presente, pues recordamos el sacrificio que hizo por amor a nosotros.
El ejemplo de la cruz
En Semana Santa rememoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesús “El Nazareno”. No podemos dejar de hacer una mención especial, sobre todo porque se trata de nuestro Señor Jesucristo, llamado también “El Cristo del Amor”. Y el amor es algo que le vincula mucho con nosotras, las mujeres. La Mujer es toda Amor y que ante las vicisitudes, resurge gloriosamente de las caídas así como lo hizo nuestro Padre Celestial. Simbollizamos así en nosotras su propia resurrección transformada en esperanza ante las dificultades, y de su amor… ¡Una promesa eterna!