Hola amigas,
Hoy quiero hacer y decir cosas diferentes a lo habitual:
Como mujeres tenemos días de muchos cambios,
Hey amigas, acá estamos de nuevo con este temita que quizá a muchas mujeres no les agradaría mucho el título por el adjetivo calificativo usado, pero no hay remedio, tenemos que consignarlo así; tal como es y sin más preámbulos, entremos ahora a la parte medular de la vida de todas aquellas “cabronas suertudas”, que a parte, no se engorilan tan fácilmente, jajaja.
El término de “cabrona” es regionalista cien por ciento y malsonante, pero tambien indica o muestra a una cabra grande, ¡aaah…! pero una cabra que en el buen sentido de la palabra, también implica o apunta hacia un animal de sexo femenino de cuatro patas, con cola y cuernos (jaja, estoy hablando en serio, por favor no se asocie de otra manera que no es, no procede y no corresponde).
La mujer de ayer, de hoy y de todos lo tiempos amigas queridas, se ha preparado desde el mismo momento de su nacimiento para ser la mejor esposa, la mejor amante, la mejor amiga, la mejor compañera, consejera y protectora, la mejor madre, la abuela más comprensiva y la mejor hija o hermana, en materia del amor se hace experta y también se ha capacitado para ser la mejor maestra, profesora, instructora o facilitadora, o como quiera que le queramos llamar, para dar a sus seres queridos, la más alta y refinada calidad de sus sentimientos.
Se preguntarán el porqué de este título, bien, a través de mi vida, de los altibajos vividos, he llegado a conocer diversidad de seres que están envueltos en sus diferentes problemas, íntimos quizás, pero que se notan en su mirada, en su hablar, en su sonreír cansado, se nota en la manera en que su cuerpo responde al contacto, se nota en esas manos que húmedas se encuentran al tomárselas en un cálido saludo.
Estoy consciente que en estos tiempo vivimos en un constante estrés, la vida misma nos lleva en un continuo vaivén cual remolino constante que nos abraza, muchas veces no sabemos qué rumbo tomar, no sabemos qué actitud tomar, cómo responder ante los sucesos diarios o el futuro mismo.
El alma de nosotras las mujeres es tan frágil y entregadamente fiel, porque está compuesta de sentimientos cálidos y tibios como los rayos matutinos. Sin embargo, puede que ni aún así, el hombre (hay excepciones), sea capaz de verlo claro ni pensar tan alto, como lo puede lograr una mujer que va por la vida, remendando con los hilos de ternura, su propio corazón.
—” ¿Qué es la felicidad? —” Te cuestionas en esas noches en que el cansancio está en tu cuerpo, en tu alma, después de un arduo día de trabajo, la vida que vives te llena de estrés, muchas veces de emociones fuertes, piensas una y otra vez, te preguntas ¿estoy viviendo? ¿esto es vida?
Muchas veces llega a ti ese sentir de tristeza, de cansancio
Amigas queridas:
Vamos hoy a tratar un tema un poco sacado de onda quizá para muchas mujeres del mundo. Principalmente para aquellas que aún no se han descubierto su instinto maternal, ni sus “garras” que traen en sus manos tan bonitas, tan exquisitas y tan delicadas.
Hoy entraremos a la jungla de los sentimientos de la mujer. Esa mujer que aún con toda su nobleza, su pureza y su gran ternura, también sabe afilar sus uñas en su momento, y salir en defensa con uñas y dientes de sus seres más desprotegidos.
Después de una ruptura muchas personas caen en estado de depresión y de mucho estrés… Tras la ruptura llega una variada serie de estados anímicos, un especie de luto que nos hace pesar que nunca vamos a salir de ese agujero y que nunca veremos la luz del día, pero no es así.
Estos mismos sentimientos que nos llevan a ver todo de manera negativa, los podemos usar en nuestro beneficio.
Hola mis amigas, hoy es unos de esos días locos que no encuentro nada, y bueno, aquí les envío lo que salió de unos vagos pensamientos:
Contigo y Sin ti
El amor se vive de distintas formas, lo que más me ha costado es aprender a estar sin ti, a no tenerte… pero en el proceso también aprendí a valorar lo que se puede tener cuando se ama.
Este día es especial por que aún podemos respirar, porque aún no hemos sido destronadas del dominio de la vida, y porque aún podemos ver los rayos del sol, escuchar la sonrisa de los niños, saborear la sabiduría de los viejos, y porque podemos y debemos actuar, y hasta darnos el lujo de comparar nuestras formas de amar.
Hola mis amigas…
Hoy hablaremos de un tema que seguramente a todas, o casi todas, hemos padecido en alguna ocasión: cuando alguien nos rompe el corazón…
La historia:
Yo pensaba que siempre los malos amores era algo que a otros les podía tocar, pero no a mí. Siempre he sido muy segura de mí misma, soy una mujer educada con mucho mundo, y puedo escoger a quien yo quiera… ¿A mí un mal amor? No, jamás. A mí nunca me pasaría algo así.
Año nuevo, vida nueva, que así sea para todas en general. Y empezaremos nuestro nuevo año del 2008 a trabajar todas juntas, compartiendo este temita alusivo a esas fantasiosas ilusiones que nos forjamos consciente o inconscientemente las mujeres, cuando no poseemos algo o a alguien que desearíamos tener. ¿Les parece?
Hablar de secuestros, amigas queridas, ya son palabras mayores, y vamos a enfocar este tema, precisamente en esta tónica que resulta importante e interesante desglosar de manera urgente, profunda y sincera, con el ánimo de incursionar un poco más en lo que ya nos resulta muy conocido: «El estancamiento de emociones y sentimientos que permanecen y yacen cautivos en la mente y a veces hasta en el corazón de una mujer que no puede (por más que quiere), deshacerse de esas ansiedades obsesivas y enfermizas de una razón atormentada, que le impide ser feliz, aún teniendo motivos suficientes para serlo.»