El amor no se ruega, el amor se da o no se da.
Nunca ruegues por el amor de un hombre. Por mucho que le quieras, no pierdas tu dignidad; respétate como mujer valiosa que eres.
¿Y si es él quien vuelve a ti, pidiéndote perdón y una nueva oportunidad? Lo mismo: respétate, dignifícate, no eres un juguete de quita y pon, eres una mujer que merece estabilidad, un amor fiel que no va y viene.
¿Qué viene después de la separación, la ruptura de la pareja o el divorcio? El futuro se ve incierto, oscuro y triste… ¿Qué se puede esperar?
Cuando dejas todo por seguir ese maravilloso amor, todo es perfecto, hasta que te das cuenta que algo no está funcionando: te sientes morir, que lo has perdido todo, hasta tus años de juventud… Pero es mejor empezar de nuevo que seguir con alguien que no mueve un dedo para hacer que tu vida sea mejor, es mejor romper con él que seguir sintiéndote totalmente anulada por él. Si esta es tu situación, puede que ya sea hora de que comiences a tomar las riendas de tu propia vida.
¿Estás considerando tener hijos para salvar tu relación de pareja y matrimonio? ¿Estás teniendo problemas con él, y no ves mejor solución que tener hijos, un objetivo común de familia, e hijos compartidos que pueda ilusionar, motivar y salvar la relación? ¿Tu pareja te está por dejar y no sabes qué más hacer? Muchas parejas deciden tener hijos para salvar la relación, pero déjame decirte algo, es un grave error.
Has roto la relación, hay ruptura entre los dos y quieres romperle la cara, insultarle, decirle las mil cosas que hizo mal, lo mucho que te defraudó, lo malo que fue para ti…
En este artículo, 7 cosas que no debes hacer ahora mismo. Sé que estás enfadada, pero escucha los consejos de cosas a evitar, el día de mañana lo agradecerás.
Nunca es cómodo decir adiós, rompiendo una relación. Pero a veces, aunque provoque dolor, es lo mejor que se puede hacer por el bien de ambos: Por ti, porque si ya no le quieres, no es bueno que te obligues a seguir con él. Y también es lo mejor para él, pues aunque le duela, no es bueno que esté con quien ya no le quiere.
Después de ti no hay muchas cosas nuevas en mi vida, ahora miro la vida de otra manera, ya no confío tanto, y he aprendido que las cosas más seguras se pierden, que se acaba el amor, la complicidad, e incluso la amistad. Pero también he aprendido que no hay que buscar culpables, que aunque cada pérdida es un fracaso, son experiencias que tengo que vivir… con o sin ti.
Es necesario aprender a caminar sola por la vida cuando a tu lado siempre ha estado otra persona. No es fácil retomar la vida anterior, y menos cuando ya no tenemos los mismos años, ni las mismas fuerzas, y mucho menos la alegría que hasta hace poco se nos dibujaba en la cara.
“He aprendido que un adiós siempre va a doler, que las fotos no son igual que los momentos vividos, que los recuerdos que echo de menos siempre me harán llorar, y que las palabras nunca reemplazan a los sentimientos.”
-Shoshan
A lo largo de nuestra vida he comprobado que hay muchos tipos de adioses que debemos decir. Unos son más dolorosos que otros, otros no significan nada, otros son totalmente necesarios para seguir adelante… hay despedidas definitivas, como dolorosas e inconclusas… Despedidas tristes y alegres, despedidas que nos roban la felicidad, y aquellas que nos hacen sentir que nos dejan vacías, sin nada en la vida por lo que vivir.
