Siempre estoy esperando que me llames, pasan las horas y nada sé de ti, me duele mucho vivir así, en la incertidumbre de saber si me llamarás o no…
Y así hay muchas historias, estamos pegadas a los teléfonos esperando recibir una llamada de esa «persona» que ocupa todo nuestro tiempo y nuestra cabeza.