“Mi vida no ha sido fácil.
No me han regalado ningún final feliz,
mas yo sigo luchando por cambiar mi vida.
Sonreiré, aunque no me den motivos.
Porque nada podrá hacerme una mujer amargada…
pues mi felicidad está dentro de mí.”
-Shoshan
La vida tiende a hacernos llorar y ver todo lo malo, y hay días que nos resultan totalmente grises. Pero tú tienes la capacidad de revertir esa situación, lo puedes lograr sin consejos, instrucciones o grandes trucos: simplemente deja de llorar y mira la vida con amor, ve todo lo hermoso que te rodea, levanta la mirada y camina; cada minuto que pasamos por aquí hay que disfrutarlo, hay que aprender a vivir con los sinsabores que ya de por sí la vida nos da.
Es momento de sonreír, por ti, por tu vida y tu propia felicidad.
Deja que la sonrisa adorne tu rostro,
que tu mirada trasluzca esa paz interior.
Llénate de felicidad con lo que haces,
de la manera en que vives:
plena y consciente de que todo está bien,
y lo que no, tiene solución.
Si hay algo que te molesta,
simplemente, déjalo marchar…
y que se disuelva con el viento.
Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien.
Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura.
No se puede dar
lo que no se tiene.
La sonrisa, como bien sabemos, es algo maravilloso… Sonreír es bonito.
La sonrisa ejercita los músculos de la cara, manteniéndonos jóvenes… ¡Una sonrisa es mejor que una crema facial!
La sonrisa provoca sonrisas, la sonrisa desarma e invita. Prueba sonreír a una mujer que quizá te está mirando de manera negativa, pero sobre todo, sonríete a ti misma…