¿Cuánta ilusión nos produce iniciar un proyecto? ¿Cuánto entusiasmo podemos ponerle a esa nueva idea o nueva casa? Los proyectos y nuestros logros en general nos proporcionan alegría, entusiasmo, seguridad, estabilidad y confianza.
Pero hay una ley de vida que dice que nada es estático, que todo cambia cuando una menos se lo espera. Es así como llega un día, el más desafortunado, y ves caer todo lo que habías construido. Toda la estabilidad, la alegría, la confianza, la seguridad y tu propia autoestima se derrumba en un abrir y cerrar de ojos. Aparecen millones de lágrimas, mucha desesperanza, enojo, desasosiego. ¿Y ahora qué podemos hacer? Muchas veces la única respuesta que se puede dar a esa pregunta es: Empezar de cero.