Esa amistad de niñas (las confidentes, las que todo se lo contaban, las que soñaban con envejecer juntas)… esa amistad se rompió. Las “súper amigas” dejaron de ser amigas: quizá por traiciones, desacuerdos, falsedades, intereses diferentes… Y ahora, al encontrarse en un bus o en la calle, se tratan como desconocidas.
Seguramente has pensado en algún momento: «¿qué sucedió?», «¿será que algún día podrá volver a surgir esa amistad que un día fue perfecta?» La respuesta es NO, pero sí puede ser el comienzo de una NUEVA amistad, igualmente hermosa.